En esta colaboración, Chris Hamilton, analiza en profundidad las tendencias poblacionales de los países ricos (OCDE), aspirantes a ricos (BRIICS y asimilados) y países pobres (resto del mundo), y su directa correlación con las políticas expansivas, de dinero fácil, de los bancos centrales, con el fin de compensar la caída natural del consumo, debido a efectos demográficos, con un mayor endeudamiento de las familias.
Sin consumo la economía no puede crecer -el consumo es, de lejos, la parte más importante del PIB de un país avanzado-, y el mundo no se puede permitir un estancamiento o marcha atrás, por lo que, a falta de crecimiento biológico de la población, hay que fomentar el consumo como sea, y para ello hay que recurrir a mayores tasas de endeudamiento.
El problema es que podemos caer, y de hecho estamos cayendo, en un círculo vicioso (endeudamiento-consumo-endeudamiento), como bien muestra el caso de Japón, pionero en estas lides por ser aquel país donde primero comenzó a caer la población. Hamilton dice que no habrá final fácil o feliz a este problema, por expresarlo suavemente.
Una revelación sorprendente: el índice de natalidad de Japón, Corea de Sur, Taiwán y muchos países europeos en inferior al de China, a pesar de la aplicación de la política obligatoria de hijo único en este país, hasta épocas muy recientes.
La despoblación no es un problema de futuro. El futuro ya ha empezado y lo estamos padeciendo.
Apasionante lectura.
Chris Hamilton via Hambone’s Stuff blog
El mundo está experimentando dos tendencias simultáneamente y, en apariencia, opuestas: exceso de población por un lado y despoblación por otro lado. El exceso de población se debe a la mayor esperanza de vida en general, mientras que la despoblación se debe al desplome de los índices de natalidad. La reducción de la población se da sobre todo entre los menores de 25 años (exceptuando África) y, en muchos países, también entre los menores de 45 años.
Los mayores viven más décadas que sus pares de hace tan solo una generación, mientras que las jóvenes generaciones tienen muchos menos hijos. La resultante económica es un cambio radical de las reglas de juego, que no tiene parangón en ninguna época del pasado de la humanidad. Ningún modelo económico ha basado sus proyecciones en una población joven decreciente, con menores ingresos, ahorros u oportunidades laborales, frente al rápido crecimiento de la población de la tercera edad, en la que una mayoría dependerá de sistemas de jubilación públicos con problemas de financiación el futuro. Hay, literalmente, cientos de razones por las que los nacimientos bajan progresivamente y las vidas se alargan…pero eso es harina de otro costal. Lo que sigue a continuación son unas reflexiones sobre el escenario de futuro más probable.
Dicho breve pero válidamente desde un punto de vista económico, cada persona es una unidad de consumo. Cuanto mayor sea el número de personas y su poder adquisitivo, mayor será el crecimiento del consumo. De modo que si se desea medir el crecimiento económico (el crecimiento en el consumo lleva al crecimiento económico) basta multiplicar el cambio anual del número de habitantes por el poder adquisitivo (salarios, ahorros) per capita. Por lo que respecta al crecimiento de los salarios, este crecimiento se anula básicamente por la inflación, por lo que para efectuar mis proyecciones este factor se mantiene inalterado. Por supuesto, los bancos centrales están haciendo girar otra palanca febrilmente, recortando los niveles de los tipos de interés a cero o a cotas negativas para impulsar el consumo, compensando así la caída del consumo a resultas del tambaleante crecimiento y el envejecimiento de la población. Hay otra manera más de estimular el consumo: el crecimiento de pagos por transferencias sociales primordialmente entre economías avanzadas, pero esto es un tema que abordaremos otro día.
LOS DETALLES
El siguiente gráfico refleja el crecimiento total anual de la población, desglosado por países de la OCDE (las 33 naciones más ricas de planeta, que suman 1.300 millones de habitantes), los BRIICS (Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Suráfrica, que suman en conjunto 3.400 millones de habitantes), y el RdM (Resto del Mundo, países pobres; aproximadamente, 3.000 millones de personas).

Dos mensajes:
1) El crecimiento total de la población del planeta alcanzó su punto más alto en 1988 y desde entonces el ritmo de crecimiento se ha desacelerado a un ritmo de 13% anual, con una población que pierde 12 millones en crecimiento al año desde la cima de 1988; y
2) El crecimiento se ha mudado de los países OCDE y BRIICS (donde la población neta decrece) al Resto del Mundo.
El siguiente gráfico muestra el cambio anual de población total en el mundo, frente el cambio de los menores de 45 años, desglosado por países de la OCDE, BRIICS y Resto del Mundo. Lo que se deduce con claridad es que:
- El ritmo de crecimiento de la población de edad inferior a los 45 años ha caído en un 60% y ha perdido 44 millones de personas al año desde la cima de 1988;
- Todo el crecimiento (neto) de la población menor de 45 años se da en los países más pobres del Resto del Mundo.
El crecimiento se ha mudado de las naciones ricas (OCDE) y medianamente ricas (BRIICS) a las naciones pobres del planeta (RdM), y de jóvenes a viejos.
Quienes tienen ingresos bajos, pocos ahorros y escaso acceso al crédito (países RdM) no pueden consumir mucho. Por otra parte, la población de la tercera edad, que depende de pensiones, y cuya vitalidad declina a la vez que aumenta su aversión al riesgo, no consume tanto como antes. Salta a la vista, por tanto, que el envejecimiento de la población y la ralentización de su crecimiento así como la mudanza de este crecimiento hacia los países más pobres, impactan muy negativamente en el crecimiento del consumo.

Siguiente gráfico: el crecimiento total anual de la población del planeta por PIB per capita. Las naciones de la OCDE tienen un PIB per capita medio de 40.000 dólares, los BRIICS, de 15.000 dólares, y el Resto del Mundo, de 8.000 dólares. El crecimiento anual en consumo alcanzó su cúspide en 1989, y desde entonces está cayendo, y que conste que los datos no están ajustados al gran impacto que el crecimiento del crédito ha tenido sobre el consumo.

Siguiente gráfico: El crecimiento total anual de la población menor de 45 años por PIB per capita, desglosado entre países OCED, BRIICS y Resto del Mundo. La desaceleración del PIB total per capita de menores de 45 años se produce enteramente en los países OCDE y BRIICS, que casi ya no crecen en absoluto. Únicamente se da un crecimiento en consumo entre la población de menores de 45 años en los países Resto del Mundo, aunque en desaceleración.

Siguiente gráfico: (1) crecimiento total anual de la población entre 0-64 años de edad en el conjunto de países OCDE más China, Brasil y Rusia, frente a países Resto del Mundo; y (2) crecimiento total anual de la población mundial entre 0-64 años, frente al crecimiento total de la deuda.
El crecimiento del endeudamiento desde 1988 coincide con el desplome del crecimiento de la población de los países ricos de la OCDE y los BRIICS (el crecimiento ha caído de 30 millones al año a 3 millones al año) y la pérdida de velocidad del crecimiento de la población en los países RdM que se ha estabilizado en 55 millones al años desde 1988.
Le respuesta de los bancos centrales a la caída de la población, ha sido establecer la política de tipos de interés cero (ZIRP), y más recientemente, de tipos de interés negativos (NIRP), en un intento de mantener el crecimiento del consumo. ¿Qué más se verán forzados a hacer los bancos centrales si tenemos en cuenta que la población de edad inferior a los 65 años está empezando a decaer en todo el mundo, menos en África?

En el siguiente gráfico, echamos un vistazo a la población total de niños (0 a 5 años) frente a población total de mayores de 75 años:
La población de 0-5 años de edad se ha estancado en términos absolutos, pero en proporción con la población de mayor edad no para de caer. En 1950 nacían diez niños por cada persona mayor de 75 años-En 2050, se estima que la proporción será de 1 a 1, aunque esta proyección puede pecar de optimismo si las condiciones económicas se siguen deteriorando.

Estados Unidos
Siguiente gráfico: crecimiento anual de la población de Estados Unidos en el rango 20-59 años de edad, frente al tipo de interés de referencia de la Reserva Federal, y frente a la deuda total de Estados Unidos.
Las medidas adoptadas por la Reserva Federal tienen como objetivo básico plantar cara a la caída del consumo, debido a la desaceleración del crecimiento de la población de Estados Unidos desde principios de los años 80. La gran recesión de 2008-2009 no debería sorprendernos, si consideramos la fortísima desaceleración de la población en el rango de edad de 20-59 años, que culminó en 2007.

Japón
Siguiente gráfico nº 1: Crecimiento anual de la población de Japón entre 20-59 años, frente al tipo de interés de referencia del Banco de Japón (BdJ); y frente a la deuda del Tesoro de ese país. En 2000, el número de habitantes de Japón empezó a disminuir y el Banco de Japón recortó los tipos de interés los tipos de interés a cero. Le deuda se disparó.
El programa de monetización en el que se ha embarcado Japón; es decir, incremento de la deuda pública mucho más allá del 100% del PIB, y puede que incluso hasta el 1000% o, por qué no, hasta el 10.000% del PIB, es una peculiar solución, que puede llegar a sumir a la sociedad en el caos más absoluto (ver siguiente gráfico nº 2).
Pero si solamente fuera Japón… Lamentablemente prácticamente todos los bancos centrales se enfrentarán, en breve, a un decrecimiento de la población (la deuda de los gráficos siguientes está denominada en yenes, no en dólares).


Alemania y Unión Europea
A continuación (gráfico nº1), el cambio de la población de Alemania en el rango 20-59 años de edad, frente a la deuda sobre PIB. La población neta de Alemania en este rango de edad empezó a disminuir el 1994, pero el mercado único europeo (Tratado de Maastricht de 1992) y, sobre todo, la posterior entrada en vigor del Euro ha quintuplicado, de hecho, el mercado base de Alemania, en términos de población. El impacto de la implantación del Euro ha supuesto un “aplazamiento de la ejecución” para Alemania, pero también un cáncer demoledor, terminal para el resto de la eurozona.


China
A continuación, el cambio anual de la población de China en el rango de edad de 20-59 años, frente a la deuda total de China. El crecimiento de la población china se ha desplomado desde 2008 en un 90% y la población neta empezará a decaer en 2018, y el ritmo de caída se irá acelerando en las próximas décadas. La desenfrenada galopada de la deuda china para compensar el declinante crecimiento de la población no puede acabar más que en una catástrofe.
Es digno de ser tenido en cuenta que, a pesar de la política de hijo único hasta épocas muy recientes, los índices de natalidad de China son superiores a los de Japón, Corea del Sur, Taiwán y muchas naciones europeas; y eso que ninguno de estos países aplica políticas restrictivas de la natalidad y muchos, en cambio, estimulan la natalidad con ayudas financieras. Es poco probable que la supresión de la política de hijo único en China tenga un impacto significativo; en realidad, creo que el devenir de las zarandeadas finanzas familiares tiene mayor impacto en la formación de las familias en China y en todo el mundo, que las políticas estatales.

CONCLUSION
Un sistema económico y financiero basado sobre las premisas de un crecimiento perpetuo está condenado a tener serios problemas de funcionamiento en el futuro. (¿Qué hace usted cuando ha tomado mal una curva? ¿Seguir hacia adelante sin corregir el rumbo?). La inevitable desaceleración del crecimiento de la población ha sido el detonante que ha impulsado a los banqueros centrales a ofrecer crédito a precios cada vez más baratos. Los bajos tipos de interés han dado lugar tasas de consumo insostenibles, si no se sigue bajando los tipos, lo que a su vez mantiene el consumo artificialmente, provocando una espiral nada virtuosa. Pero una política de tipos de interés negativos (NIRP) no se puede considerar propia del capitalismo (un mercado que no valora el capital no se puede considerar capitalista ¿cierto o no?). Cuando hemos cambiado los “…ismos” con tanta claridad, creo que hemos cruzado el Rubicón.
Lo que sucede es que cuando el crecimiento de la población se troca en disminución estamos ante un cambio total y radical de las reglas de juego. Un número estable o a la baja de compradores y de consumidores frente a un conjunto de vendedores cada vez más viejos, que han asumido compromisos de pago de pensiones para los que no tienen financiación disponible, constituye un serio problema para el que no puede haber una solución feliz. La suerte y el devenir de las monedas, de los “mercados libres” y quizás de la base misma de la civilización están en el alero, sino se consigue encontrar una solución satisfactoria a la transición de un escenario de alto crecimiento de la población hacia otro de despoblación pura y dura.
Yo creo que éste es el prisma correcto a través del cual se puede ver y entender por qué el crecimiento se debilita constantemente, por qué hay en el planeta un exceso de producción de commodities, por qué la demanda se seguirá ralentizando, por qué el mercado de bonos del Tesoro sigue en “modo comprador” a pesar de la casi total ausencia de compradores (“El misterio del Tesoro”), por qué las acciones son una “compra” (aunque por las razones equivocadas) y, finalmente, por qué las valoraciones de los metales preciosos son extremadamente sospechosas frente al gigantesco crecimiento de la masa monetaria.