¿El final de Europa tal como la conocemos?

Luis Fontes de Albornoz

La economía de la eurozona se encuentra en una situación de estancamiento secular. Los desafíos fiscales, monetarios y bancarios crecen imparablemente, y se suman nuevas amenazas, entre las que cabe destacar el Brexit, el cuestionamiento del área Schengen, el crecimiento de la oposición anti-UE y las desavenencias geopolíticas entre sus miembros. Europa está al borde del precipicio, no es una exageración.

Según Dan Steinbock, Bruselas ya no puede dilatar más la toma de decisiones políticas sobre reformas estructurales de calado y una mayor integración europea, con la creación de instituciones comunes verdaderamente empoderadas. O bien, deshacer el camino andado, con las consecuencias que ello conlleva.

Dan Steinbock es un reconocido analista global, fundador del Difference Group. Asesora a varias empresas líderes sobre riesgos globales y es columnista en The Project Syndicate y otros medios internacionales. Su análisis se suele caracterizar por un cierto sesgo “contrarian” (a contracorriente). 

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Desde Alemania: entrevista al economista Daniel Stelter

Daniel Stelter, entrevista via Handelsblatt

(Autores: Andreas Toller y Stefan Hajek)

“Existen solamente dos posibilidades de futuro: dado que la política de tipos de interés negativos y de compra de bonos no está funcionando, solamente saldremos de este atolladero reduciendo las montañas de deudas a golpe de pluma, es decir, mediante una quita parcial de la deuda. O bien, alternativamente, generando una alta inflación, de modo que el valor real de la deuda se desinfle”

“Es probable que se produzca primero la salida (del euro) de un país en crisis como Italia. Esto desencadenará un caos, arrastrará a otros países y nos ocasionará considerables perjuicios económicos  así como cuantiosas pérdidas patrimoniales”

“En la zona euro podrían ser incobrables al menos tres billones de euros entre deuda pública y privada: Esto significa que aproximadamente unos tres billones de euros de nuestro patrimonio global carecen de valor, en contra de lo piensan los tenedores de estos activos líquidos”

«Me temo que se acabarán adoptando medidas coercitivas por parte de los Estados, como mayores impuestos sobre la propiedad inmobiliaria, tipos de interés negativos o limitaciones en el uso del dinero metálico, lo que dará lugar a un periodo largo de crecimiento bajo y repercutirá en el bienestar de la mayoría de los ciudadanos, sobre todo de la clase media, que bajará.»

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