El profesor Thorsten Polleit sostiene en esta colaboración que el pasado 10 de marzo el Presidente Draghi del Banco Central Europeo, durante la conferencia de prensa que siguió al Consejo de Gobierno del Banco, creó serias expectativas de que en algún momento la autoridad monetaria podría empezar a “crear dinero y lanzarlo por helicóptero”. Helicopter money es la metáfora creada por Milton Friedman para referirse a la creación de dinero de la nada, no ya sin respaldo del oro – el olvidado patrón oro –sino sin ni siquiera expansión crediticia, como es lo propio del sistema actual de dinero fiduciario o fiat. Se trataría de dinero nuevo, recién salido de la imprenta, que se regala “gratis-total” a particulares, empresas o bancos, como última medida desesperada para incrementar el consumo en una economía enferma de deflación. Habiendo leído las declaraciones de Draghi (yo he tenido la paciencia de hacerlo), a uno de asalta la duda de si la exégesis que hace Polleit del tenor literal de las palabras de aquél no sea algo extrema, pero el arcano con que se expresan los banqueros centrales se presta a todo tipo de malentendidos, en el mejor de los casos. En cualquier caso: Se non e vero e ben trovato.
Efectivamente, es obvio que a Mario Draghi, al fin y al cabo ex socio de un glamuroso banco neoyorkino rescatado por el contribuyente americano, se le estrecha cada vez más el radio de acción. De inyecciones gigantescas de dinero, vía ampliación del balance de los bancos centrales y, por tanto, un dinero que “deberá” ser devuelto algún día, hemos pasado a implantar tipos de interés negativos. Y el crédito y la economía europea siguen sin repuntar como Dios manda.
¡Tipos negativos! ¡Lo nunca visto! ¡El prestamista paga al prestatario por prestarle dinero! ¡Al depositante que presta al banco se le confiscan parcialmente sus ahorros! ¡Hasta ahí podíamos llegar! Ha sucedido lo inevitable. Los verdaderos amos de la eurozona han puesto el grito en el cielo, con razón esta vez. El ahorrador alemán ha dicho basta. En Alemania Herr Schmidt no acumula piedras como Juan Español en estos lares. Herr Schmidt no olvida que en su país se confiscaron piedras, a través de una fiscalidad prohibitiva, para reconstruir el país tras la posguerra, y el mal recuerdo perdura –aviso a navegantes-. Por eso, Herr Schmidt solía invertir, hasta hace bien poco, en seguros de vida de capitalización con pago de intereses a largo plazo. ¡Me quieren confiscar los ahorros de toda la vida con tipos de interés negativos!, clama Herr Schmidt. Y los bancos alemanes también claman. Son cientos de bancos (no ha llegado el oligopolio a Alemania) y sus cuentas de resultados se resienten con márgenes tan estrechos. Además tienen casi nula libertad para imponer comisiones a su arbitrio, con tan solo anunciarlo en el tablón de anuncios de la agencia bancaria de turno (allí no hay oligopolio y, que yo sepa, el Ausbanc local no se deja comprar por los bancos, ni los bancos extorsionar por Ausbanc para tapar sus trapos sucios, en beneficio del sufrido usuario de servicios de pago bancarios, a quien le han despojado de otras alternativas de pago más baratas). Y los políticos alemanes se están haciendo eco de la rebelión en su granja. Y Mario Draghi ha debido tomar nota.
Entonces: ¿Qué salidas le quedan al pobre Mario Draghi si el crédito sigue sin reactivarse, la macro-deuda creciendo y la economía al ralentí? Pues eso, el famoso helicóptero de Friedman… y ahí, tras este largo rodeo, volvemos a llegar al Profesor Polleit. Para no alargarme más, le dejo con el interesantísimo artículo de Polleit, insigne representante de la escuela austriaca, que nos ilustra sobre los peligros de la simpática ocurrencia del helicopter money, que se puede convertir pronto en realidad. Lógicamente, en su caso, la medida irá técnicamente bien disfrazada y adoptará las formas más peregrinas, como por ejemplo: compra de préstamos de bancos y subsiguiente condonación a los prestatarios, compra de deuda pública directamente de los gobiernos y subsiguiente condonación, recortes impositivos o deducciones de inversión, etc…
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